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Moción de censura a secretaria Privada de la Alcaldía se enredó

Los concejales del Centro Democrático deberán subsanar la propuesta para conseguir la moción de censura en contra de la secretaria privada de la Alcaldía de Medellín, María Camila Villamizar, a quien el exgerente de EPM Álvaro Guillermo Rendón había señalado públicamente de tener injerencia en las decisiones de la compañía.

El equipo jurídico del cabildo afirmó que la iniciativa debe contar con la firma de la mitad más uno de los miembros de la corporación, es decir, se requieren 11 signatarios y la propuesta solo cuenta con diez. Además, según el presidente del Concejo, Jaime Cuartas (de Alianza Verde), otro requisito faltante es el debate de control político.

Sin embargo, de acuerdo con Simón Molina, del partido Centro Democrático y promotor de la moción, este tipo de proposiciones son potestad de las bancadas y es al momento de ponerlas en consideración que deben contar con el respaldo de los 11 concejales.

En este contexto, Molina aseveró que se está violando el derecho a ejercer control político y adelantó que habrá acciones jurídicas al respecto.

Esteban Restrepo, secretario de Gobierno de Medellín, ya había asegurado que la iniciativa en contra de Villamizar “nació muerta” y, además de recordarle a Molina que necesitaba las 11 firmas, le manifestó que la propuesta carecía de los demás requisitos legales expresados en el artículo 79 del Reglamento del Concejo de Medellín.

“Pedimos a estos concejales seriedad en el ejercicio del control político de esta ciudad. No pretendan entorpecer el trabajo de esta administración, y mucho menos tratar de censurar la labor de esta funcionaria con base en meras declaraciones que no tienen ningún soporte y que solo buscan seguir politizando a Empresas Públicas de Medellín”, declaró el funcionario.

Ahora, los promotores de la iniciativa contemplan otros mecanismos como la tutela, una acción de cumplimiento o el Estatuto de la oposición para conseguir que se tramite la moción de censura en contra de Villamizar.

FUENTE EL COLOMBIANO