¡Vivan los silleteros! Desfile estuvo para quitarse el sombrero
Tras dos años sin desfile, 520 silleteros recorrieron las calles de la ciudad. Así se vivió el último día de la Feria.
Con la devoción propia de un ritual, sin importar la lluvia y la espera, la ciudad se engalanó ayer para ver desfilar de nuevo a sus silleteros. Luego de dos años de ausencia debido a la pandemia, la tradición volvió este año con todas las de la ley: familias completas no pegaron el ojo en Santa Elena, esperando su día del año. La Feria cerró, luego de 12 días, con la consagración de quienes mantienen viva esta herencia.
Con el sol todavía oculto y el frío alborotado, a las 4:00 de la mañana comenzó la peregrinación por las vías del corregimiento. Las coordenadas eran claras: bajar, bajar y bajar, hasta rozar las planicies del casco urbano de la ciudad y llegar, con la silleta intacta y el reloj a favor, a las inmediaciones de Bancolombia, a la altura del puente de Guayaquil.
Esta vez el descenso no fue en volquetas de obras públicas ni en camiones de ganado curtidos de estiércol, como les tocaba otrora a los silleteros. Hubo carro para todos, desde muy temprano, cuando Santa Elena aún lucía como un campamento de cocuyos: ¿en qué finca silletera iban a apagar la luz, en la última noche disponible para pulir detalles y hacerles mimos a las flores?
FUENTE EL COLOMBIANO