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La narrativa de Quintero para frenar la revocatoria

Desde que el alcalde Daniel Quintero llegó a la Alpujarra ha apostado por un discurso de héroe que lucha contra intereses oscuros. Lo usó con Hidroituango, ¿le funcionará ahora?

Dos hechos movieron la agenda política esta semana en la ciudad: el auto de la Contraloría que declaró reparado el detrimento patrimonial en el caso Hidroituango y el fallo del Tribunal Superior de Medellín que desestimó la tutela con la que el alcalde Daniel Quintero buscaba que la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral (CNE) suspendieran la revocatoria. Ambas decisiones reavivaron un mismo fenómeno: ¿quién es el dueño de la narrativa: el alcalde o quienes discrepan sobre su gestión?

Por un lado, el mandatario sacó pecho y reforzó la figura de redentor que ha venido construyendo en torno al proyecto hidroeléctrico. En su cuenta de Twitter afirmó que, además de recuperar los $4,3 billones en el caso Hidroituango, “evidenciamos a los responsables, el amanguale y la mentira”.

Pero el auto emitido por la Contraloría para archivar el proceso de responsabilidad fiscal, que declaró culpables a 19 personas naturales y siete jurídicas por fallas en la planeación y la ejecución del proyecto, permitió concluir lo contrario: el pago de los daños por el siniestro de 2018 estaba resuelto en el esquema de seguros que EPM había adquirido para su construcción.

Cosa distinta pretendía el alcalde, quien azuzó los ánimos en cada una de sus salidas ante la opinión pública para que los 26 procesados pagaran de su bolsillo, a como diera lugar, el detrimento fijado por ese ente de control. Aunque el fallo fiscal no hablaba de dolo por ningún lado, el mandatario se empecinó —hasta esta semana— en mantener su narrativa. Ese interés, sacaba de plano a las aseguradoras y ponía en riesgo el pago de los seguros. Así, Mapfre desembolsó pese a dichas acusaciones que ningún ente ha avalado.

Los datos dejan sin pies la polvareda que levantó: el 99,4% de la plata que recibió EPM provino de los seguros que había adquirido: una póliza todo riesgo construcción y montaje con Mapfre en 2011 y otra de responsabilidad civil para directores y administradores con Sura en 2017.

El monto restante —unos $23.500 millones— llegó de SBS y Axa Colpatria, mediante seguros contratados por la Sociedad Hidroituango y el Idea.

Por otro lado, el fallo que declaró improcedente una de las tutelas interpuestas por la defensa del alcalde para frenar la revocatoria dejó ver los frentes en que este y los revocadores consolidan sus acciones: Quintero insiste en desplegar su arsenal jurídico en Bogotá, donde ha construido la mayor parte de su carrera pública y tiene a sus padrinos políticos, mientras que los líderes del comité revocador han concentrado su estrategia en los juzgados locales.

El marcador parcial de esta partida permite leer las apuestas de parte y parte: aunque desde la orilla del alcalde se han presentado cuatro tutelas en contra del proceso (ver recuadro), solo una ha prosperado hasta el momento y es la que, precisamente, fue interpuesta por Salomé Restrepo, del movimiento Independientes —con el que llegó Quintero a la Alcaldía— y quien ha contratado cuatro veces con esta administración, ante un juzgado de la capital.

Pese a que hablamos de procesos distintos, un patrón emerge en la estrategia que desde la Alpujarra han desplegado en juzgados, redes sociales y medios de comunicación: dibujan un enemigo (empresarios, exalcaldes, concejales, sociedad civil organizada) al que no le responden cuando denuncian o investigan, solo lo atacan.Propaganda oficial.

FUEENTE EL COLOMBIANO