Los Verdes y los liberales fijan ruta para reemplazar a Merkel
Las negociaciones para formar gobierno en Alemania apenas empiezan formalmente, tres días después de los apretados resultados electorales del domingo pasado. En ellos, la Unión CDU/CSU, partido de la ya canciller en funciones, Angela Merkel, sufrió la peor derrota de su historia y su rival directo, el SPD, ganó por apenas unas cuántas décimas. La clave para alcanzar la cancillería se centra ahora en convencer a partidos “pequeños”: Los Verdes y los liberales (FDP).
Ambas colectividades, opositores en muchas esferas del gobierno como la que se refiere a las finanzas públicas, se reunieron en las últimas horas para identificar puntos de acuerdo con vistas a negociar en bloque con los partidos más grandes: la CDU o, más probablemente, con el SPD.
La reunión quedó inmortalizada por un selfi, publicado en Instagram, de los cuatro participantes, los colíderes de los ecologistas Robert Habeck y Annalena Baerbock, el líder del FDP Christian Linder y su secretario general Volker Wissing. El mensaje parece ser claro: se sienten capaces de “superar sus diferencias”, especialmente en cuestiones presupuestarias y fiscales.
Los liberales se oponen a cualquier restablecimiento del impuesto sobre las grandes fortunas que defienden los Verdes, pero también el SPD.
A esta primera toma de contacto oficial le seguirá otra reunión más amplia mañana, anunciaron los dos pequeños partidos. Y el domingo comenzarán por fin las primeras negociaciones, tanto con la unión conservadora de Merkel como con el SPD.
Los liberales intentan no revelar sus preferencias, aunque estén ideológicamente más cerca del centroderecha.
Lo contrario de Annalena Baerbock. “Hemos recibido un contrato claro para la renovación de nuestro país”, dijo ayer, y explicó que los Verdes daban por tanto prioridad “en primer lugar” a las conversaciones con el FDP y el SPD.
El alemán es un sistema parlamentario. Es decir, los ciudadanos eligen los diputados del Bundestag y son ellos los que eligen al canciller.
El partido que alcance la mayoría en el Parlamento puede nombrar canciller, pero como ninguno lo logró, es necesario que se formen coaliciones que permitan alcanzar el número mágico. En 2017 las negociaciones para formar gobierno se alargaron durante más de seis meses.
FUENTE EL COLOMBIANO