Así fueron las movilizaciones contra la tributaria
En medio del debate político y social suscitado por la reforma tributaria o ley de sostenibilidad, como la bautizó el Gobierno en su radicación, ayer se desarrolló en al menos 10 ciudades del país la jornada de paro convocada por organizaciones sociales y sindicales para protestar por ese proyecto.
A pesar de la recomendación del Ministerio de Salud de evitar esta actividad en el tercer pico de contagios covid, que según el reporte oficial de ayer ya deja 2,8 millones de positivos confirmados y 72.725 muertes, las movilizaciones se realizaron bajo la coordinación del Comité Nacional del Paro, que también ignoró la orden de suspender permisos oficiales para marchar emitida 24 horas antes por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
“La Constitución y los fallos de las altas cortes son contundentes en la defensa del derecho a la protesta. Por eso, a pesar de la orden del tribunal, salimos a las calles a oponernos a la reforma tributaria”, aseguró Diógenes Orjuela, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT).
En contraste, el ministro de Salud, Fernando Ruíz, advirtió anoche que la jornada de protestas derivará en un aumento del contagio y en una “situación más compleja” de la pandemia (ver: Antecedentes).Marcha con contrastes
La del 28 de abril fue una jornada que tuvo contrastes en lo relacionado con la movilización social, ya que a pesar de que las manifestaciones iniciaron de forma pacífica, en ciudades como Bogotá, Medellín, Neiva y Cali se registraron hechos violentos que opacaron las marchas.
Según Néstor Monsalve, miembro del comité directivo de la CUT Antioquia, la convocatoria se hizo con la firme y única intención de tener un día para “manifestar una voz pacífica de rechazo al proyecto tributario que presentó el Gobierno y que perjudicaría la economía de la clase media y trabajadora colombiana”.
Aunque inicialmente, en las horas de la mañana, se cumplió con el propósito expuesto por parte del líder sindical, pasado el medio día comenzaron los desmanes.
De acuerdo a lo reportado anoche por el ministro del Interior, Daniel Palacios, se capturaron 40 personas, hubo 42 policías heridos (30 de ellos en Cali), 14 buses atacados con objetos contundentes (10 en Cali y 4 en Bogotá), 21 vehículos y 21 estaciones de Transmilenio dañadas, y 13 instalaciones bancarias vandalizadas (en Cali, Neiva, Bogotá y Medellín).
“Algunos colombianos decidieron salir a manifestarse y eso, sin duda alguna, constituirá en los próximos días incremento en los contagios”, ratificó el Ministro.
En esa línea, Palacios resaltó que la situación más compleja se vivió en la capital del Valle (ver: Para saber más), donde se registraron saqueos y problemas de orden público que obligaron a implementar toque de queda y a reforzar el pie de fuerza con 890 policías y 400 soldados para hacer patrullajes. De hecho, allí se investiga la muerte de una persona durante la jornada.
A su turno, el presidente Iván Duque, manifestó su voz de rechazo por los actos vandálicos contra negocios e instalaciones de medios de comunicación como RCN y la revista Semana, en Bogotá: “Lo que hemos visto en muchos lugares es vandalismo criminal, es atentar contra la infraestructura, los negocios y los medios de comunicación”.
En cuanto a la capital, la alcaldesa Claudia López señaló que se registró una movilización de cerca de 10.000 personas a lo largo del día y planteó en su balance que “en general las marchas fueron pacíficas hasta el mediodía, pero de ahí en adelante se presentaron hechos de destrucción de los bienes públicos de la ciudad”.
Por su parte, Ómar Arango Jiménez, miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), destacó que, aparte de esos episodios violentos, la manifestación también tuvo actos rescatables como muestras de apoyo al personal médico que estaba en hospitales, y “se vivió una jornada multicultural con voces de rechazo social de parte de las centrales obreras, estudiantes, indígenas, comerciantes, pensionados, entre otros”.Movilización en Medellín
La capital antioqueña no fue ajena a la convocatoria de paro. Un equipo periodístico de EL COLOMBIANO siguió de cerca estas movilizaciones que partieron, con marchas y caravanas de vehículos, desde las 6:00 a.m. en puntos como el Parque de los Deseos, el Sena de Pedregal, y la Universidad Nacional sede Medellín.
Según lo reportado por parte del Puesto de Mando Unificado (PMU) de la Gobernación de Antioquia, cerca de 10.800 personas participaron en las marchas del departamento, concentradas principalmente en Medellín.
Durante dichos eventos, tanto organizadores como autoridades locales reiteraron la importancia de mantener las medidas de bioseguridad.
“Rogamos que quienes marchen conserven la distancia y usen tapabocas quirúrgicos, y que adultos mayores y personas con comorbilidades no se expongan”, aseguró el alcalde Daniel Quintero Calle, durante la jornada.
Tras partir desde los puntos de encuentro con pancartas, banderas y vehículos con tarimas, la movilización en Medellín llegó sobre las 12:30 del mediodía al Parque de Las Luces, en el centro de la ciudad.
En medio del plantón que en dicho lugar se estaba conformando, se registró sobre la 1:10 p.m. la intervención de miembros del Esmad de la Policía para frenar el vandalismo contra las cámaras de fotodetección ubicadas en la avenida San Juan, al frente del Centro Administrativo La Alpujarra.
Tras este episodio, en el centro de la ciudad se protagonizaron otros desmanes y alteraciones al orden público, pero esa situación no impidió que otra parte de los manifestantes continuara su camino por la avenida El Poblado para llegar al parque, precisamente, de El Poblado.
En el balance de la jornada Luis Fernando Suárez, gobernador (e) de Antioquia, rechazó los actos vandálicos cometidos en Medellín, y aseguró que los mismos dejaron 10 personas capturadas y 105 comparendos aplicados.
Según Suárez, se presentaron destrozos a la propiedad pública y privada en el centro de la ciudad y en el sector de El Poblado, situación que llevó a que la Alcaldía decretara un toque de queda a partir de las 6:00 p.m. en la Comuna 10, La Candelaria.
“Sigue activa una movilización en Anorí, donde hay más de 650 personas en cambuches improvisados. Esta situación está siendo atendida por el municipio y la Gobernación, y se busca coordinación con el Gobierno Nacional”, se expuso en un comunicado.Reforma tributaria, en firme
Tras dar el balance de la situación de orden público en el país, el presidente Duque dijo que su reforma tributaria, que está en trámite en el Congreso y que fue la motivación principal de las manifestaciones, seguirá su curso en el Congreso y se buscarán consensos, pero “sin líneas rojas y con sentido de país”.
Incluso, previo a la movilización, el ministro Palacios advirtió que el proyecto tributario seguiría adelante y que no se “cedería a presiones”.
Por su parte, Monsalve le expresó a EL COLOMBIANO que la jornada de protestas de ayer no será la única que se hará contra el proyecto propuesto por el Gobierno. Advirtió que este jueves siguen las marchas y que otra más, prevista para el próximo sábado 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, será multitudinaria.
Además, señaló que se impulsará la invitación a la ciudadanía para hacer “cacerolazos” diarios en las horas de la noche, como una forma de rechazo a esa reforma, que podría tener modificaciones (aún sin especificar) para buscar su aprobación en el Legislativo, según lo anunciado por el presidente Duque.
En todo caso, EL COLOMBIANO buscó una reflexión académica acerca de la diferencia que existe entre la protesta social y el vandalismo, algo clave de cara a las próximas marchas. Y, según Juan Luis Mejía Arango, exrector de la Univesidad Eafit, los violentos “solo representan a una minoría” (ver: Opinión).
FUENTE EL COLOMBIANO