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Los algoritmos de las redes lo conocen más de lo que cree, así funcionan

En las redes no solo se trata de la cantidad de información que se recopila de cada quien, también se busca entender todo su tejido social. 

Se modifican y perfeccionan cada vez más, pues se nutren de datos que se acumulan en las plataformas digitales.

Sin entrar en paranoia, quizá el algoritmo de Spotify puede sugerirle una canción que se ajuste más a su gusto de lo que lo haría un amigo. Eso se debe a que la plataforma, que apenas es una de las tantas otras que usted puede visitar al día, va aprendiendo de su comportamiento. En ese caso, sabe las respuestas sobre qué tipo de géneros escucha y por cuánto tiempo, entre otros datos que va acumulando cuando usted consume su música.

Sucede gracias a una serie de algoritmos que hacen parte de esa aplicación. ¿Qué son? El experto en ciberseguridad David Pereira, presidente de la compañía SecPro, los define como “un conjunto de instrucciones que permiten llegar a un objetivo”.

Linda Patiño, analista y escritora sobre humanismo digital, autora del libro ¿Qué diablos hacen los influencers?, añade que además se puede entender como un conjunto “de fórmulas matemáticas que permiten solucionar un problema”.

En un contexto como el de Facebook, por ejemplo, esa serie de pasos o instrucciones le permite a la red social entender “en dónde estás ubicado, con quienes interactuaste”, señala Pereira, al igual que saber qué fue lo que capturó su atención cuando hizo clic sobre un anuncio o cuánto tiempo se le dedicó a la lectura de una publicación de un medio digital.

Hay muchos tipos de algoritmos, no todos se usan exclusivamente en las redes sociales, pero en un ámbito como ese, las instrucciones precisas permiten saber “cómo nos relacionamos unos con otros”, señala Patiño, y conocer cada vez más al individuo y el rol que ocupa dentro de su esfera de contactos.Una constante evolución

Estos mecanismos cambian todo el tiempo, van perfeccionándose para cumplir con la labor para la que fueron diseñados y usan inteligencia artificial para hacerlo cada vez mejor. Es decir, aunque el concepto salga de la mente de grupos de ingenieros y de científicos de datos, ellos alimentan sus propios sistemas para que ellos mismos puedan ir sacando conclusiones y perfeccionando la solución a ciertas preguntas. “La inteligencia artificial logra resolver problemas a una velocidad a la que un cerebro humano no podría responder”, añade Patiño. Con algoritmos más precisos se podría lograr que cada usuario tuviera contenido que le apunte a “un internet propio”.

David Orrego, experto en marketing digital y redes sociales, destaca que los algoritmos que más se usan en este momento son así, los que usan machine learning (el aprendizaje de esas máquinas) y destaca que deben tener ciertos rasgos fundamentales, que permiten definir qué es lo que se quiere con ellos, pero además “ser precisos, indicar el orden de realización de cada paso –dice– y debe tener un número finito de pasos”.

“Muchos de estos algoritmos están basados en teorías como las redes neuronales y las máquinas de soporte vectorial”, que permiten procesar una gran cantidad de datos, explica Camilo Gutiérrez, jefe de laboratorio de la firma de seguridad informática ESET. Dice que es difícil para el usuario identificar cuáles son los algoritmos que usa cada plataforma, pero lo que tienen en común es que “permiten recolectar la mayor cantidad de datos con respecto del uso que hacen los usuarios de esas aplicaciones”. Es decir: qué tipo de videos ven, en qué contenidos dedican más tiempo, en qué momento del día entran.

“¿Para qué? Para luego perfilar a los usuarios – añade Gutiérrez – en últimas ese tipo de información las utilizan las aplicaciones para ofrecerle o mandarle alertas a los usuarios. O en otros casos, cuando las aplicaciones así lo dicen en los términos y condiciones de uso, le dan esa información a terceros para que le acerquen al usuario promociones o productos”.

Pereira explica que a ese seguimiento se le llama tracking y se desarrolla a través de los algoritmos. Se usa para saber qué hace una persona constantemente en la web, terminan conociendo los gustos de una persona y aquello que le interesa.

FUENTE EL COLOMBIANO