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Crisis en Necoclí: 11.000 personas represadas y el hospital al borde del colapso

En las playas de Necoclí, según el personero del municipio, hay 2.000 personas acampando. Cocinan con agua que no es potable y se guarecen para soportar la lluvia. 

La población flotante de migrantes en Necoclí, como un resorte, se estira y se contrae cada semana. A comienzos de esta, eran 14.000 los viajeros que, imposibilitados de pasar a Panamá, esperaban la oportunidad de seguir el rumbo hacia Estados Unidos, su destino final. El cálculo es que ayer, apenas unos días después, eran 11.000. Sea como fuere, el pueblo siente el paso de esas personas: el agua escasea, las playas están ocupadas y, el hospital municipal, al borde del colapso.

La situación del San Sebastián de Urabá es crítica. Neider Pupo, gerente de la institución, pone en relieve lo que pasa: antes de la crisis migratoria atendían a 40 personas cada día; hoy llegan, además, entre 50 y 60 migrantes en el mismo lapso. Es decir, más los locales, están atendiendo a 100 personas en un día.

“Tenemos un personal agotado por el aumento de carga laboral. Casi todos vienen por consulta externa, pero quieren que los atendamos por urgencias. El problema es que nuestras urgencias son pequeñas y se nos congestionan. Si no se toman medidas, podremos colapsar”, dijo Pupo.

La mayoría de los migrantes llegan por problemas gastrointestinales. Wilfredo Manco, personero de Necoclí, advirtió que hay cerca de 2.000 personas acampando en las playas, guareciéndose de la lluvia bajo carpas y tomando agua que no es potable.

En los últimos tres días han caído aguaceros fuertes, lo que ha empeorado las condiciones de los viajeros. “Algunos ajustan 20 o 30 días acá. Las lluvias les han provocado problemas respiratorios y tampoco consumen alimentos adecuados, pues cocinan en la playa”, precisó Manco.

FUENTE EL COLOMBIANO