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Nacional

Internet, el paraíso del tráfico de fauna exótica

La comercialización ilegal de animales pone en peligro la vida de los seres vivos y la conservación de los ecosistemas. Cuando salen de su hábitat natural son víctimas de maltrato.

Telegram, WhatsApp y páginas de clasificados son las vitrinas para regalar animales en Navidad. Hay mayor interés por especies exóticas.

Los controles policiales, las condenas hasta por 12 años de cárcel y multas millonarias no han sido suficientes para ponerle freno al tráfico de animales que tiene su pico en la temporada de fin de año, y para estar al día con las dinámicas del marketing digital, la delincuencia ha refinado sus artimañas escondiendo en aplicaciones toda una logística para vender fauna en internet.

Las restricciones que han impuesto algunas redes sociales como Facebook para prohibir la venta de animales por su plataforma no han sido ningún impedimento. Las especies se comercializan a través de grupos de WhatsApp, páginas web de clasificados y hasta grupos abiertos de Telegram.

Esta amenaza contra la fauna se viene tornando más grave, pues viene en apogeo la “moda” de adquirir especies exóticas que son exhibidas como símbolo de prestigio. Y es que aunque siguen cazando animales de los ecosistemas nacionales, están ingresando al país especímenes de otros continentes que son tendencia en las redes sociales.

Erizos y ranas africanas, loros asiáticos, ajolotes mexicanos, cacatúas calvas y hurones encabezan la lista de las especies exóticas apetecidas en el país, y que por sus tamaños se pueden camuflar entre encomiendas, cajas, medias, entre otros, después de haber sido ordenadas y pagadas por una transacción en línea.

Tan solo en diciembre la Policía ha incautado 1.035 animales silvestres en todo el país, una cifra que no refleja lo que se mueve por el comercio en línea, pese a que las autoridades tratan de infiltrarse en ese tráfico digital.¿Cómo los trafican?

La foto de un camaleón que posa sobre la mano de un hombre que dice tenerla en Bucaramanga es difundida en un grupo de WhatsApp con la oferta de envíos a todo el país. En otro grupo irrumpe el mensaje de “sensacional rifa navideña de una rosella macho multicolor anilla” que la tiene en Medellín y la “gran rifa de exóticos navideña”, que ofrece puestos de 21.000 pesos para sorteos de aves Diamante de Gould, un hermoso pájaro multicolor que es endémico de Australia.

Los precios de cada especie suelen negociarse con el comprador, quien ha sido contactado a través de mensajes y luego incluido en grupos. La Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía le dijo a EL COLOMBIANO que lograr identificar esos grupos en WhatsApp es una de las tareas más difíciles para frenar el tráfico, ya que se eliminan y desaparecen solo con desinstalar una aplicación.

Luego de concretada la venta, que se paga incluso a través de transacción en línea o de canales como Nequi, el vendedor se contacta con otra persona, que es quien realmente tiene al animal, para coordinar el envío.

“Los animales están en otras ciudades, pero publican las fotos como si los tuvieran en Medellín o en Bogotá. Luego los vendedores contactan a los traficantes para que los envíen”, relata Natasha Mejía, líder de Biodiversidad en el Parque de la Conservación, quien ha evidenciado las consecuencias del tráfico de fauna a lo largo de su carrera.

Mejía resalta, por ejemplo, la responsabilidad de las empresas de transporte y de envíos, que tienen poco control en los equipajes por donde se envían los animales comprados por internet. Las autoridades han hallado animales que viajan ocultos en motores de carros, llantas, carteras, cilindros, botellas de plástico y encomiendas.

El rastreo criminal se complica en Telegram, una aplicación que tiene más opciones para enviar mensajes anónimos y eliminación de información casi que sin dejar rastro. En esta app es sencillo encontrar grupos de venta de animales, incluso con ofertas desde Venezuela y México, donde hay comercialización de erizos africanos desde 250.000 pesos.

Y como todo negocio articulado, la venta off line no ha desaparecido. En días pasados se evidenció cómo ofrecían monos aulladores y loros en las carreteras del departamento de Córdoba, por los que pedían hasta 700.000 pesos.

Los amantes de especies como hurones y erizos dicen que estos animales se han introducido en el país en cautiverio, y se están reproduciendo en criaderos, por lo que son mascotas exóticas y animales silvestres. Esto, de alguna forma, podría hacerle un quite a la ley que prohíbe el tráfico de fauna silvestre.

Sin embargo, estas especies no están calificadas como animales domésticos o de compañía en Colombia y, al ser originarias de otros ecosistemas, tienen el potencial de ser invasoras.

El impacto de especies invasoras en ecosistemas se ha evidenciado con el caracol africano, que es potencial transmisor de parásitos y microorganismos y fue detectado en Medellín; el pez león, que afecta el equilibrio de los océanos y que fue identificado en Venezuela; y los hipopótamos en el río Magdalena, sobre los que se surte el debate de si deben ser sacrificados

Los más incautados este año son los hormigueros gigantes, las tortugas, las zarigüeyas, las boas constrictor, las hicoteas, los pericos y las iguanas, seres vivos que son víctimas de maltrato cuando las personas los sacan de sus ecosistemas y que se quedan sin la oportunidad de regresar a su hábitat natural.

FUENTE EL COLOMBIANO