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Los escenarios que el fallo fiscal le dejó a Hidroituango

Una tutela podría darle tranquilidad al proyecto. El riesgo es que la obra se paralice el 1 de enero.

Nadie sabe a ciencia cierta qué va a pasar con Hidroituango. El fallo en segunda instancia de la Contraloría en contra del consorcio CCCI (conformado por Camargo Correa, Coninsa Ramón H y Conconcreto) y otras 23 personas jurídicas y naturales tiene la obra en una incertidumbre que solo puede ser comparable con la de abril de 2018, cuando empezó la emergencia por el derrumbamiento de un túnel que desviaba el río Cauca. Ahora los abogados de todas las partes buscan una salida y la salvación podría estar en un tutela interpuesta hace quince días.

Y es que aunque el alcalde Daniel Quintero y EPM han asegurado que los contratistas deben seguir cumpliendo con las obras y las obligaciones adquiridas (responsabilidad a la que no se ha negado nunca el consorcio, pese a que los han tratado de corruptos y los han querido hacer a un lado), el problema sería jurídico a partir del primero de enero.

Hay que tener en cuenta que CCCI y EPM están ante un panorama difícil, pues en el momento en que el Consejo de Estado regrese el fallo a la Contraloría, este quedará en firme y los constructores, por ley, tienen que entregar la obra o cesionarla, en ese momento la parálisis sería total. Lo mismo sucederá con otros proyectos públicos que tienen Conconcreto o Coninsa Ramón H, como tramos del sistema de Transmilenio y la Ruta del Sol, por mencionar algunos.

Ahora la pelota la tienen el alcalde Daniel Quintero y EPM, pues es momento de revelar el plan b del que tanto se ha hablado en los últimos meses, pero que sigue siendo una incógnita.

Hace unos días, Quintero aseguró que tiene rodando un proyecto denominado Mirella, que en sus palabra se trata de “un plan de contingencia para que el proyecto continúe su operación con las capacidades internas de EPM hasta cuando haya un nuevo contratista”.

Es difícil saber cómo EPM responderá con sus capacidades en Hidroituango. Y es que en el frente de obra hay en este momento más de 5.000 personas, quienes se han encargado de sortear la crisis y que conocen su trabajo como nadie. Además, fuentes le señalaron a EL COLOMBIANO que Mirella no es más que una idea, pero que ni siquiera anda.

FUENTE EL COLOMBIANO