EE. UU. sortea, por ahora, futura crisis económica
Pese al obstruccionismo republicano, el Congreso logró la extensión del endeudamiento, aunque no convence al gobierno.
Tras semanas de incertidumbre en el gobierno estadounidense, el Congreso finalmente aprobó una extensión temporal del techo de deuda, lo que garantiza que el país pueda cumplir con sus obligaciones financieras, al menos, hasta diciembre.
Luego de que el Senado aprobara dicha extensión la semana pasada, el turno fue para la Cámara de Representantes –de mayoría demócrata–, que en la noche del martes dio el visto bueno para elevar el límite de endeudamiento actual a 480.000 millones de dólares, logrando que el techo, tasado en US$28,4 billones, ascienda hasta los US$28,9 billones.
La iniciativa pasará ahora en manos del presidente Joe Biden, quien deberá aprobarla para que se convierta en ley. Los nuevos recursos de los que el gobierno federal podrá disponer le permitirán pagar, hasta el 3 de diciembre, las deudas que tiene pendientes, incluso, las que arrastra desde el mandato de Donald Trump.
De no haberse logrado la aprobación, la primera economía del mundo habría caído en un default, o incumplimiento de pagos, el próximo 18 de octubre, lo que según la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, habría ocasionado la pérdida de “seis millones de empleos”.
La medida, que se buscaba de forma desesperada desde hace unos días, no satisface del todo a los demócratas y al propio Biden, que querían una solución a largo plazo. De hecho, se estaba proponiendo suspender el techo de endeudamiento hasta diciembre de 2022.
Sin embargo, los progresistas se han tenido que enfrentar a la resistencia de los republicanos –en especial de Mitch McConnell, líder del partido en el Senado–, que advirtieron que no volverán a apoyar una suspensión del techo de deuda ni mucho menos una extensión de más de un año, porque consideran que sería aprovechado por Biden para financiar sus ambiciosos planes de infraestructura y gasto social.
La discusión por la medida volverá a retomarse los primeros días de diciembre, cuando también se prevé que se agotarán los fondos que aprobó el Congreso en septiembre para evitar un cierre de gobierno.
Así las cosas, será un final de año agitado en el Congreso, en el que el partido de gobierno deberá lidiar nuevamente con el obstruccionismo de la oposición para aprobar los recursos que ejecutará el gobierno.
Desde ya, los republicanos le han planteado a los demócratas que aprueben las dos medidas en solitario usando el mecanismo de la reconciliación –aprobar iniciativas en bloque, eludiendo el umbral de 60 votos–; no obstante, los progresistas ya han rechazado la propuesta porque no quieren ser señalados como el partido que aumenta la deuda del país, idea que sus contrarios han repetido en múltiples campañas electorales.
En todo caso, Estados Unidos evitó, parcialmente, declarar el incumplimiento de pagos por primera vez en su historia. Estuvo muy cerca en 2011, cuando la sola previsión desató un caos en los mercados, tanto que la calificadora de riesgo Standard & Poor’s rebajó la nota de solvencia del país.
FUENTE EL COLOMBIANO