El mandatario peruano se aleja del partido que lo catapultó y por el que también podrían destituirlo.
Un cruce de mensajes por Camisea (el yacimiento de gas más importante del Perú, ubicado en la región del Cusco) fue el detonante para que esta semana el gobierno de Pedro Castillo sufriera su primer gran revés en apenas dos meses en el poder.
Aunque ya eran evidentes las tensiones entre el mandatario y su exprimer ministro, Guido Bellido, una discusión sobre la nacionalización del yacimiento, operado por un consorcio privado –Pluspetrol de Argentina, Repsol de España y Hunt Oil de EE.UU.–, fracturó al gobierno que asumió el 28 de julio pasado.
FUENTE EL COLOMBIANO
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